El Índice de Costos de Transporte de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (ICTF) muestra un marcado incremento de 4.7% en el mes de enero, lo que lleva a una suba acumulada del 38% en los últimos doce meses.
El insumo más relevante de este incremento fue el combustible, el de mayor incidencia del sector por ser el principal, con una escalada del 10% respecto a diciembre de 2020.
Tras el cierre de 2020 con una suba acumulada de 35% y a pesar de la importante aceleración en los últimos seis meses, el incremento de los costos de transporte evidencia una desaceleración respecto a 2019 (47%) y sobre todo de 2018 (61.5%).
Según el estudio de FADEEAC, en enero la mayoría de los rubros mostraron subas, en algunos casos relevantes, tal como sucede desde agosto del año pasado.
El factor fundamental de la suba del mes ha sido el combustible, ya que trepó un 9.88%, su mayor aumento en más de dos años y el sexto ajuste consecutivo desde agosto, tanto en los segmentos mayorista como minorista, con un incremento del 33% en los últimos doce meses.
También se verificaron nuevos aumentos en los costos de los equipos e insumos vinculados. En orden de incremento, se trata de Patentes (52.69%), Neumáticos (5.47%), Lubricantes (3%), Material Rodante (2.64%) y Reparaciones (2.11%), en el marco de la aceleración de la política de minidevaluaciones del tipo de cambio oficial y la continuidad de restricciones cambiarias y de importaciones.
Vale destacar que Neumáticos lideró el incremento de costos en 2020 con un aumento del 71.1%, luego de registrar el incremento más relevante en 2019 (70.3%).
El ICTF, que es elaborado por el Departamento de Estudios Económicos y Costos de FADEEAC, mide 11 rubros que impactan directamente en los costos de las empresas de transporte de cargas de todo el país, y es referencia para la fijación o ajuste de las tarifas del sector.
El resultado de enero, que mantiene la tendencia alcista de los costos en la segunda parte del 2020, constituye una preocupación para la actividad, en una coyuntura donde la emergencia sanitaria.
A ello se le sumaron los sobrecostos asociados y los cambios en la logística acarreados por el escenario pandémico, que implicaron una reducción de la actividad, tras el 2018 y el 2019 de marcada recesión.