Iveco, la única marca que cuenta con una gama completa de modelos alimentados con gas natural, posee el respaldo de la Comisión Europea. ¿El objetivo? Fomentar el uso del mencionado combustible alternativo, que permite disminuir las emisiones de CO2.
La idea es establecer un Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo, para determinar normas de emisiones de CO2 para los vehículos nuevos destinados a las tareas pesadas.
Este proyecto tiene como objetivo una reducción de CO2 dos veces más veloz, además de la utilización del gas natural licuado como alternativa al diésel. En ese sentido, la marca de CNH industrial fue pionera en los últimos años.
El uso del GNL brinda la posibilidad de reducir las emisiones de CO2 respecto de las mecánicas alimentadas con gasoil. Asimismo, brindan un bajo nivel de emisiones de NOx y materia particulada.
En el marco del proyecto Equilibre impulsado por transportistas franceses, el Iveco Stralis NP de 44 toneladas evidenció una disminución de entre un 40 y 60 por ciento de las emisiones de NOx, además de reducir hasta un 20% las emisiones de CO2 respecto del diésel.
Si el combustible cuenta con biometano producido con desechos orgánicos, la disminución llegó al 80 por ciento, mientras que con el derivado de desechos agrícolas se alcanzó un 95%.
“La propuesta de la Comisión Europea respalda nuestra estrategia a largo plazo sobre transporte sostenible, en la cual Iveco se ha destacado como el pionero en el uso de GNL para vehículos de tareas pesadas. La gran flota de vehículos de Iveco propulsados a gas natural que se encuentra trabajando en las calles de Europa es una prueba clara de que este combustible es una alternativa al diésel viable desde un punto de vista operativo y rentable, que brinda al mismo tiempo un desempeño ambiental excepcional que puede contribuir a alcanzar estos objetivos sumamente exigentes”, dijo Pierre Lahutte, Presidente global de Iveco.